Mitos y elefantes

Reflexionando sobre los elefantes y los mitos, dando vueltas sobre ideas que frenan nuestro desarrollo a nivel docente y "acotan" nuestra práctica, se me ocurrió que hablábamos casi de lo mismo, porque todas estas cosas se oponen, de la misma manera, al entusiasmo, reducen la alegría del trabajo diario e impiden una

realización profesional creativa y enriquecedora.

Esos "elefantes" que mencionamos, entiendo que hacen referencia a ideas o creencias que obstaculizan nuestro aprendizaje o el uso de determinadas herramientas o recursos, pueden ser "justificaciones" que usamos o tenemos a nivel personal y que consideramos verdaderas. 

El mito, es "discurso" que forma parte de un sistema de creencias que se supone cierto (pueden no serlo) e integra una cultura o comunidad. Todo grupo tiene sus mitos propios; también nuestra "comunidad docente". El aprendizaje y uso de la tecnología no escapa a ellos.

Los primeros, dependen de nosotros, sus raíces están en nosotros, en nuestro trabajo, en la práctica, en nuestras dificultades y cómo intentamos o no vencerlas. Están presentes los temores (a no saber, a no poder hacer, a no obtener los resultados previstos), los factores de contexto que consideramos limitantes (conexión, falta de máquinas, falta de compromiso de los chicos, otros docentes que no se implican, tiempo, etc), la búsqueda de sentido (para el uso de la tecnología en el aprendizaje de la asignatura), y varios más que podríamos mencionar.

Los otros, como "el escaso reconocimiento social", "los salarios insuficientes", "docentes multiempleo", "la desprofesionalización", son de naturaleza distinta, sus orígenes no están en el liceo o la escuela, provienen del exterior, tienen que ver con la administración, con la sociedad, con las presiones externas que soportamos los docentes...esas soluciones no dependen sólo de nosotros. Y en esa cacería también nos embarcamos...


Pero todas estas limitantes, o son elefantes posibles de quitar de nuestra sala o mitos dignos de ser cazados.