"El simple aleteo de una mariposa puede cambiar el mundo".

La integración de tecnología en el aula no procurará solamente encontrar los mejores modos de su aplicación a los fines educativos. No se trataría tampoco de como adaptar la clase a las nuevas realidades socioculturales con las computadoras en el salón, con los chicos en facebook, sino de convertir nuestras aulas y nuestros centros en agentes educativos activos y transformadores.

Si cazamos otro mito, "la educación será salvada con la inclusión de nuevas tecnologías", y atendemos el tema de la inclusión, la equidad, la diversidad desde una mirada diferente, proponiendo para ello estrategias transformadoras y participativas, podremos lograr algunos de los cambios que queremos.

Algunos de esos cambios, referentes a recursos tecnológicos que decidamos implementar cada uno de nosotros en nuestra práctica docente, irán necesariamente "contagiando" a otros educadores, a otros alumnos. Tal dinámica interactiva generaría algo así como un "efecto mariposa" donde una "mínima variación en las condiciones iniciales de un sistema puede provocar que este evolucione en formas completamente diferentes. Sucediendo así que, una pequeña perturbación inicial, mediante un proceso de amplificación, podrá generar un efecto considerablemente grande a mediano o corto plazo de tiempo"